domingo, 1 de mayo de 2022

No sabía

Pensaron que no podría hacerlo, nadie lo había intentado siquiera porque "así había sido siempre". ¿Para que molestarse? ¿Para que cansarse? De todas formas no lo lograrían.
Pero él, no sabía que "no se podía"; simplemente lo hizo. 

martes, 29 de marzo de 2022

 El otro planeta azul

Después de 20 años de híper vuelo, a sólo 10 años luz de distancia, los exploradores descendieron en ese lejano planeta azul con la esperanza de que fuera habitable. Sus estudios remotos le dieron mucha esperanza por eso determinaron enviar la misión. S
e parecía mucho a su planeta cuyos recursos se agotaban a ritmo irreversible y las especies morían bajo una incontrolable contaminación y necesitaban otro hogar.

La atmósfera del nuevo planeta parecía propicia con abundante cantidad de oxígeno en niveles respirables. Encontraron agua en sus tres estados, vegetación abundante y una extensa variedad de especies de animales extraños. Sus estudios concluyeron que ese planeta era 100 por ciento habitable. Comunicaron sus hallazgos y la humanidad restante se trasladaría a ese nuevo planeta. 



Lo que ellos ignoraban, era que hacía más de 20,000 años, sus ancestros, los últimos habitantes de ese “nuevo” planeta lo habían abandonado en busca otro nuevo hogar; le llamaban tierra, y lo habían vuelto inhabitable; y como especie, estuvieron a punto de su auto extinción. Lo mismo ocurría ahora en Humilis duo, el planeta del cual provenían.

 El libro Mágico. 

César se acercó tímidamente con su profesor, le mostró su tarea en su deshojado cuaderno. El profesor dio un vistazo rápido a su tarea, revisó y escribió algunas notas. Con una amable sonrisa le regresó el cuaderno y llamó al siguiente alumno. Al final de la clase pidió a César que lo esperara un momento, tenía algo para él. El niño asintió. –Ven acá – Dijo su profesor. – Mira hijo, reconozco el gran esfuerzo que realizas pero aun te faltan mejorar tu caligrafía y ortografía Eres un buen niño y además también necesitas expresarte mejor -. El profesor abrió el cajón de su escritorio y sacó un libro tal vez más viejo que él. De pasta dura y descolorida pero de hojas bien conservadas. –Ten- Le dijo a César. – Este libro es único y mágico, existe desde hace cientos de años. Si sigues las indicaciones y lo lees palabra por palabra; te ayudará a leer, hablar y escribir mejor. Es importante que lo devuelvas apenas termines la última página. – Ta´ bien profesor- dijo el niño, con los ojos brillando de emoción. -Lo haré-. El pequeño regresó a su casa y les contó a sus padres acerca del libro que le prestó su profesor.

Ese día, después de terminar con sus obligaciones cotidianas, pidió permiso a su mamá para leer el libro que el profesor le había prestado. Su madre asintió con una sonrisa tocándole la cabeza. Sentado en su roído sillón observó el viejo libro, dio vuelta a la gruesa pasta esperando que algo mágico saliera de él. Pero nada sucedió. Escritas a mano con tinta negra leyó las indicaciones: 1.-Este libro debe leerse un capítulo por día sin saltarse ninguno. 2.-Al finalizar su lectura debe cerrarse y no volverse a abrir. A César le pareció extraño, pero decidió seguir las indicaciones tal cual.

Pasaron los días. César seguía día a día con sus actividades y la lectura del libro. Luchaba por la tentación de leer más de lo indicado pero se contenía. Escuchó rumores que antes de él otros niños habían tenido el libro y al no seguir la indicación, las letras del libro se habían borrado. – No quiero que me pase lo mismo –pensaba para sí. Al terminar el capítulo XXX y último, cerró el libro y esperó a que algo mágico sucediera pero nada ocurrió. Pensó que -Después de todo, tal vez no funcionó-. Al día siguiente, regresó el libro a su profesor. -¿Cómo te fue César?- preguntó. –No lo sé- contesto encogiendo los hombros. - No he notado ningún cambio en mí, solo puedo decir que fue una muy interesante lectura de principio a fin-. El noble profesor solo sonrió.  Notó que al pasar de los días César comenzó a cuidar sus cuadernos y sus útiles, sus tareas eran más limpias y bien escritas y su lenguaje era correcto. Abrió el cajón del escritorio y guardo el “libro mágico único” junto a otros 10. Les dio un último vistazo, sonrió asintiendo y cerró el cajón mientras veía a los niños disfrutar su recreo.  



jueves, 22 de octubre de 2020


El mosquito casi muerto.


El pobre mosquito enflaquecido zumbaba y zumbaba y de hambre ya casi moría. Pues el muy ingrato pensaba, que si a un enfermo picaba, él de dengue enfermaría.  

El tornillo y el clavo    


El Clavo presumía ante las demás herramientas:

- Este tornillo le da muchas vueltas para llegar a donde yo llego de un solo golpe.